Cuando el bebé llega a casa, la rutina de toda la familia cambia y gira en torno a los hábitos del pequeño: darle de comer, dormirlo, arrullarlo, darle una baño, volverlo a dormir, y así van pasando los días. Pero, para muchos padres primerizos, y experimentados también, la hora del sueño del bebé puede no ser tan placentera. Aquí te hablamos de las razones y te mencionamos algunos consejos sobre cómo dormir a un bebé.
Patrones de sueño del bebé
Es una realidad que en los primeros días de un recién nacido, mamá y papá pueden parecer zombis por las noches de insomnio.
Esto se debe a que el patrón del sueño de los bebés se está desarrollando y varían según su etapa de crecimiento. Adicionalmente, los cólicos nocturnos en los primeros meses del pequeño contribuyen a que sea muy difícil descansar toda la noche.
Pero, si queremos analizar otros aspectos debemos mencionar en primer lugar que el bebé acaba de salir de su hogar dentro del vientre materno y se está adaptando al mundo exterior, a los estímulos ambientales, la presencia y cuidados de sus padres.
Por lo tanto, todo es nuevo para el bebé y su instinto natural es descubrir al máximo sobre el mundo que le rodea. En este sentido, aprender a lidiar con el sueño puede ser complejo para la mayoría de los bebés.
Además, los recién nacidos no saben diferenciar el día de la noche y, por ende, no asocian que en la noche se debe descansar.
En segundo lugar, los padres están conociendo a su bebé, aprendiendo a distinguir sus emociones y en este espacio es muy importante ir creando una rutina en torno a las necesidades del bebé.
Asimismo, se debe resaltar que no hay fórmulas mágicas sobre qué hacer para que un bebé duerma toda la noche. Por lo que solo podemos plantearte algunas sugerencias que han ayudado a muchas familias. Algunas de ellas pueden adaptarse a tu dinámica familiar, otras no son compatibles con tu estilo de crianza, así que te invitamos a darles un vistazo e ir probando para saber cuál es la que mejor funciona para tu bebé.
Consejos sobre cómo dormir a un bebé
Lactancia materna y colecho: El acto de amamantar es una oportunidad de crear lazos afectivos con tu bebé, al mismo tiempo que proporcionas el mejor alimento para el pequeño.
No obstante, la lactancia también funciona como un adormecedor o tranquilizante para los bebés durante la noche. Y es en este horario en donde la práctica segura de colecho se convierte en un aliado, ya que es más fácil amamantar al bebé por la noche si están durmiendo en la misma habitación.
Mejor aún, si el bebé duerme cerca de ti. Claramente, no es recomendable que sea en la misma cama, pero sí puedes usar una cuna de colecho que se acopla fácilmente a la cama de los padres, sin restarle espacio al bebé.
Crear una rutina: Es muy importante que los padres vayan creando hábitos en sus hijos desde los primeros meses de vida. Por esta razón, será más fácil acostumbrar a los bebés al horario de descanso si se realizan actividades previas y rutinarias, como darle un baño relajante en la noche, hacerle un masaje, colocarle un pijama, acurrucarlo, leer un cuento, cantarle, entre otros.
También, es muy importante conversar con el bebé y contarle todo lo que estás haciendo, como por ejemplo: “hijo te voy a bañar antes de dormir para que descanses mejor”, “ahora te colocaré un pijama limpio para que estés cómodo”, etc.
Esto ayudará al pequeño a familiarizarse con la rutina y saber que cada noche tendrá una preparación para ir a dormir.
De igual forma, se recomienda acostar al bebé cuando esté somnoliento para que vaya asociando la cama o la cuna como el espacio adecuado para dormirse.
Ser paciente: Lograr que el bebé duerma toda la noche es una utopía para muchos padres y crearse expectativas muy altas puede generar frustración. Por esta razón, recomendamos tener mucha paciencia, leer y aprender sobre los patrones de sueño en los bebés y sus diferentes etapas de crecimiento.
Conclusión
Toda esa información te será útil para comprender el desarrollo y evolución de tu pequeño, mientras este se va convirtiendo en un individuo que poco a poco logra sus capacidades más básicas, como dormirse por períodos prolongados.
Si buscas opiniones en internet, encontrarás miles de consejos, trucos y hasta infusiones “calmantes” para el bebé. En nuestra opinión, no es conveniente intentar métodos drásticos o invasivos para que el pequeño duerma toda la noche.
En consecuencia, reiteramos la importancia de respetar el tiempo de tu bebé, dándote la oportunidad de entender sus hábitos y si crees que algo anda mal o tienes muchas inquietudes, no dejes de consultar con su pediatra.